El movimiento Marcha Verde fue una organización que se dio a conocer el 22 de enero del 2017, en Santo Domingo y en otras localidades del interior y exterior de la República Dominicana, integrado por un grupo de organizaciones que entendían había que ponerle fin a la corrupción que imperaba en el país durante los tres últimos gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)-Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Resulta que esa lucha contínua que llevó a cabo una indeterminada cantidad de personas, con manifestaciones en los diferentes puntos del territorio dominicano, por anuencia de sus directivos, no era con la intención de conducirlos hacia buenos senderos como se quería vender desde sus puntos de vistas ante la opinión pública.
Claro, la intención malsana de los directivos y activistas de estos grupos sociales era otra.
¿Cuál? Sacar provecho político y económico.
Conducir un país por buenos senderos no es cosa fácil y más aún cuando sus líderes no muestran ese interés.
Hoy día, algunos actores de ese movimiento –claro me refiero a sus principales dirigentes– llamado “Marcha por el fin de la impunidad”, los vemos con nombramientos de lujos en el actual gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
De acuerdo a informaciones publicadas en algunos noticiarios y las redes sociales, sus principales dirigentes tienen nombramientos con salarios que sobrepasan, en algunos casos, hasta los 200 mil pesos mensuales.
Como por ejemplo de los beneficios obtenidos por esos dirigentes citamos: Al señor José M. Robles Marte, quien labora en la Secretaria Administrativa de la Presidencia, devenga un sueldo lujoso de 200 mil pesos; El excandidato a alcalde del Distrito Nacional por Alianza País, Bartolomé Pujals, labora como asesor en el Poder Ejecutivo y su sueldo es de 200 mil pesos; la activista social, Sergia Galván, también posicionada como Asesora Técnica en el Ministerio de la Mujer con un sueldo de 150 mil tululuses, entre otros que están calladitos.
¿Que bárbaros? Así no se hace Patria.
Sin embargo, hace aproximadamente tres años los veíamos expresarse con caras de víctimas y desesperación en contra de la corrupción, incluyendo este mal. Y yo me pregunto, ¿qué se le está vendiendo a la sociedad?, es que piensan que somos tan ignorantes para no darnos cuenta que nos usan de carnada para lograr sus objetivos personales y particulares.
¿Dónde está la moral de la Marcha Verde, estos señores dirigentes vendieron una cosa, pero en la práctica hicieron otra?, por lo que se colige que todo ese acontecer resultó ser un gancho a la sociedad. ¡Que decepción!…..