Por Mercedes Castillo
pasada presidente CDP
La familia es el principal núcleo de la sociedad y como tal, los integrantes deben comunicarse en el seno del hogar ,en donde el respeto a los derechos humanos de cada miembro esté garantizado, así como la solidaridad y la más alta consideración personal entre todos.
Los valores cívicos también son vitales para la convivencia familiar. Es allí donde los hijos reciben los primeros conocimientos y enseñanzas de respeto a los demás,amor familiar, a los vecinos y a los valores patrios, los cuáles son reforzados en la escuela.
En ese principal núcleo social del país, debe primar la comunicación efectiva , afectiva y horizontal. Pues, los padres como autoridad del hogar deben practicar dichas comunicaciones con sus hijos, entre ellos mismos y entre todos los miembros del hogar.
Debe existir el debido ambiente de respeto entre la pareja,entre ellos y los hijos y viseversa. Eso es vital para poder desarrollar un verdadero proceso comunicacional familiar.
La comunicación efectiva,es decir la explicación clara y precisa de los padres hacia los hijos,como autoridad del hogar, de cómo deben hacerse las cosas, el cumplimiento de los deberes y defensa de sus derechos.
Asimismo, la comunicación afectiva debe practicarse entre todos,en el marco del mayor respeto y tolerancia. Igualmente, la horizontalidad comunicacional es una necesidad en la familia.
La comunicación es diálogo, es conversación, es encuentro, es también poner cosas,ideas y proyectos en común.
La familia está obligada a conversar, a dialogar, a encontrarse como núcleo social. De lo contrario, cosechará grandes frustraciones. Los ejemplos sobran en las calles y comunidades.
La educación y la comunicación son fundamentales para el desarrollo de la familia y por vía de consecuencia de una sociedad. Estos elementos deben ser tomados en cuenta a la hora de realizar cualquier proyecto o programa.
El Estado está en el deber y obligación de prestarle la debida atención a la familia, para contribuir al crecimiento sano de la niñez, adolescencia y juventud, que constituyen el futuro de la sociedad.
La vitalidad de la familia está en el respeto de los derechos humanos de cada uno de los miembros ,en el diálogo sincero,en la solidaridad entre los mismos y en la sana comunicación efectiva , afectiva y horizontal. Enhorabuena.