Por Jory López. Politólogo
Hace unos días vimos por diferentes medios la denuncia de la extracción de grava y arena del río Yuna, creando incertidumbre y preocupación en diferentes sectores de la sociedad sancheramirense.
Es un tema de mucha controversia, para nadie es un secreto que la arena y la grava se utilizan ampliamente en el sector de la construcción que se encarga de la elaboración de edificaciones para diferentes usos, tales como vivienda, comercial, industrial e institucional, así como obras de infraestructura, entre otros.
Este sector de la construcción se divide en dos subsectores: la Obra Pública y Privada. En la primera categoría se enmarcan todas las prestaciones de construcciones contratadas por la Administración Pública Nacional, Provincial y Municipal, así como organismos, entes autárquicos o empresas del Estado. Por consiguiente, este sector es de suma importancia para el desarrollo de la provincia y el país.
Reitero que es complejo, puesto que el mismo presidente de la República Dominicana, está vinculado directa o indirectamente con el tema, pues se conoce que la familia Abinader tiene inversiones en el turismo, es precisamente con hormigón que se construyen los hoteles.
Si bien es cierto que lo planteado en párrafos anteriores sobre el sector construcción desde el punto de vista económico y social, también es cierto que afecta al medio ambiente y los recursos naturales como es el caso del rio Yuna.
Por ende, ante la incertidumbre que vive la sociedad de Sánchez Ramírez y por lo grave del tema, el mejor camino es el consenso, para ello propongo un foro social dirigido a solucionar dicha problemática donde se involucren los diferentes sectores afines; los representante del gobierno, empresarios del sector de la construcción, la multinacional Barrick Gold Corporation, los ambientalistas de la UASD y del UTECO, otros.