Cuando hablamos de Consenso nos viene a la mente un proceso en el cual todas las partes son tomadas en cuenta para llegar a una conclusión armónica.
Hacemos esta acotación, porque justamente ha ocurrido lo contrario el pasado 15 de junio en una reunión a la que sospechosamente,no fueron convocados todos los actores involucrados en el proceso electoral interno, y de esta manera vender la falsa idea de un “consenso” obviando a dirigentes y aspirantes con los mismos derechos de los que allí asistieron.
El Consenso, es propicio por la gravedad que supone la exclusión aviesa de una parte involucrada, aclarar que, es un proceso funcional y valioso en la medida en que se aplique con el debido equilibrio y participación que determinan los reglamentos.
Lo que ha ocurrido en Santo Domingo Este es un atropello a la dignidad y al trabajo continuo de tanta gente valiosa que de una manera u otra ha venido aportando a través de años de lucha, sacrificio y entrega a la noble causa de construir un partido adaptado a las exigencias de la sociedad.
Como partido de gobierno tenemos la gran responsabilidad de mostrar nuestra mejor cara, siempre resaltando la unidad y la capacidad de integración de toda la militancia, para de esta manera tener la cohesión de cuerpo que nos permita trabajar de manera firme en la consecución de nuestros objetivos, teniendo como base la unidad.
En ese orden necesitamos un partido fuerte que pueda seguir, como lo ha venido haciendo, aportando al cambio que está sociedad merece y necesita, con nuestro presidente Luis Abinader a la cabeza y el liderazgo de Hipólito Mejía, José Ignacio Palizadas y Carolina Mejía.
Por lo tanto, dejamos las cartas en manos de nuestras autoridades nacionales, exponiendo la situación del municipio más importante en términos electorales del país. Apostando a que se llegue a un consenso real por el bien de nuestra organización política, y de no ser posible, abocarnos a la realización de un proceso de votación democrático, que garantice la participación de todos los aspirantes con el fin máximo de que el partido salga fortalecido y unido, donde la selección de los ganadores salga de la libérrima Voluntad de nuestros delegados.
De esta visión de hermandad, integración, democracia y respeto a los derechos de todos los compañeros, dependerá que continuemos siendo el partido del pueblo, de la libertad y el que permanezca más allá del 2024 dirigiendo los destinos de nuestra República Dominicana, por la Justicia, el Desarrollo y la Igualdad.